Fuego:

 
El Horno
Estoy en el proceso de construir un horno de leña.
En mis viajes por La Tierra he visto y fotografiado varios modelos, algunos de ladrillo y cemento con base de alúmina, otros, los más, de adobe y arcilla, algunos desnudos, otros, recubiertos de yeso o cal...

En la etapa investigativa de esta misión (que ya se ha extendido por 3 años: un embarazo y plena crianza) he encontrado de todo en cuestión de materiales, diseño e inventiva. Pero con todo, es el horno de tierra el que tengo metido en el corazón. Y no es para menos, tantas veces me deshielé el alma en el Altiplano con el fuego de un horno de adobe con la bóveda a medio erosionar... Tal vez fué el calor, tal vez fué el olor a leña de eucalipto que perfuma las alturas, y muy, pero que muy probable, que haya sido la marraqueta* bendita que me desayunaba a la orilla del Titicaca todas las mañanas.
Lo cierto es que el horno de barro es la quintaescencia metafórica del proceso espiritual de hacer el pan. Aún así, como pasa en la vida con tantas otras cosas, hay algunas consideraciones prácticas que se deben tomar antes de decidir en que tipo de barco se navegará: el uso que se le va a dar y que materiales se tienen a la mano.

Primero que nada se debe considerar el uso. En mi caso, por ejemplo, no estaré horneando todos los días, a lo más, 2 o 3 días a la semana, y no serán horneadas de muchas horas. Aún así es importante la eficiencia del horno en cuanto al calor que se retiene en su cámara. (Y hablando de cámaras, algo que me gusta mucho de hacer pan es que el proceso se me parece muchísimo al proceso de tomar una fotografía. Hay toda cantidad de elementos a conjugar y dependiendo de la forma en que se manipulen éstos, así será el resultado.)

Entonces vienen los materiales:
Decidir que materiales emplearás para la construcción de un horno, supone una linea fina entre perder la chaveta total, si se pretende utilizar materiales especializados, o experimentar el gozo sublime de poder conjugar lo que tengas alrededor de tu casa, con materiales encontrados o rescatados para obtener los resultados deseados de esa telúrica conjugación.

En mi búsqueda he aprendido muchas cosas sobre hornos, empezando por los hornos que he visto en uso, los que ví deteriorados, las visitas a personas que han construido sus hornos, los que te hacen cuentos, los que quieren construir uno, los que lo construyen y lo ponen en "YouTube" y los que escriben libros al respecto y se comen el pan: Daniel Wing y Alan Scott (The Bread Builders) y Kiko Denzer (Build Your Own Earth Oven). Estos tres señores han escrito dos libros, maravillosos en mi opinión, que me han guiado en este viaje, ya en el proceso de diseño, visualización y escogido de materiales, amén de cambiar para siempre la forma en que trato a las masas que se transforman en el pan (sí, nuestro de cada dia).


Y ya lo veremos aquí...